El Jueves Santo celebramos la institución de la Eucaristía que es la fuente, el corazón de nuestra fe y el alimento de nuestra caridad. También celebramos el Día del Amor Fraterno pues no se puede separar la celebración de la eucaristía y el amor a los hermanos, un amor que se expresa en el servicio humilde y gratuito, al estilo de Jesús. El gesto del lavatorio lo dice todo. Por tanto, la celebración del Jueves Santo puede ser uno de los momentos más oportunos para sensibilizar a la comunidad cristiana sobre la necesidad de intensificar el testimonio de la caridad y animar a todos los miembros de nuestras parroquias a colaborar con Cáritas o alguna otra institución socio-caritativa de la Iglesia.